500g de rábanos (daikon), pelados y cortados en tiras finas
2 cucharadas de sal marina
3 cucharadas de pasta de chile coreano (gochujang) o chile en polvo
4 dientes de ajo, picados
2 cucharaditas de jengibre fresco, rallado
2 cucharaditas de azúcar
2 cucharaditas de salsa de pescado (opcional)
2 cebolletas, cortadas en rodajas finas
2 zanahorias, peladas y cortadas en juliana
2 cucharadas de semillas de sésamo (opcional)
Agua filtrada
Coloca las tiras de rábano en un tazón grande y espolvorea la sal marina sobre ellas. Masajea la sal en los rábanos durante unos minutos para ablandarlos y permitir que suelten líquido.
Cubre los rábanos con agua filtrada y deja reposar durante al menos 1 hora.
Mientras tanto, en un tazón pequeño, mezcla la pasta de chile coreano (o chile en polvo), el ajo picado, el jengibre rallado, el azúcar y la salsa de pescado (si estás utilizando).
Después de que los rábanos hayan reposado, escúrrelos y reserva el líquido.
Agrega la mezcla de especias preparada a los rábanos escurridos y mezcla bien para cubrirlos uniformemente.
Agrega las cebolletas y las zanahorias cortadas en juliana a los rábanos y mezcla nuevamente.
Transfiere la mezcla de kimchi a frascos de vidrio limpios y esterilizados, presionando hacia abajo para compactarla y eliminar cualquier bolsa de aire.
Vierte un poco del líquido reservado sobre la mezcla de kimchi en cada frasco para asegurarte de que esté completamente cubierta.
Cubre los frascos con tapas herméticas, pero no los cierres completamente.
Deja fermentar a temperatura ambiente durante 2 a 5 días, dependiendo de tu preferencia de sabor y nivel de fermentación deseado.
Una vez que el kimchi haya alcanzado el nivel de fermentación deseado, cierra los frascos y refrigéralos para detener el proceso de fermentación y almacenar el kimchi por más tiempo.
¡El kimchi de rábano fermentado está listo para ser disfrutado! Sirve junto con la miel Barrica de Encino para una combinación picante y aromática que complementa perfectamente la dulzura de la miel.