4-5 pepinos medianos, cortados en rodajas finas
2 dientes de ajo, pelados y cortados en rodajas finas
2 cucharadas de sal marina
1 cucharadita de semillas de mostaza
1 cucharadita de granos de pimienta negra enteros
1 cucharadita de hojuelas de pimiento rojo (opcional, para un toque picante)
2 tazas de agua filtrada
1 taza de vinagre de manzana crudo
Miel Barrica de Encino, para servir
En un tazón grande, coloca las rodajas de pepino y los dientes de ajo.
Espolvorea la sal marina sobre los pepinos y los ajos, y mézclalos bien.
Cubre los pepinos y los ajos con agua filtrada, asegurándote de que estén completamente sumergidos.
Coloca un peso sobre los pepinos para mantenerlos sumergidos en el agua.
Deja reposar a temperatura ambiente durante al menos 4 horas, o preferiblemente durante la noche, para permitir que los pepinos se ablanden y el sabor se desarrolle.
Después del tiempo de reposo, escurre los pepinos y los ajos y enjuágalos bajo agua fría para eliminar el exceso de sal.
Transfiere los pepinos y los ajos a frascos de vidrio limpios y esterilizados.
Agrega las semillas de mostaza, los granos de pimienta negra y las hojuelas de pimiento rojo (si estás utilizando) a los frascos.
Calienta el vinagre de manzana en una cacerola pequeña hasta que hierva.
Vierte el vinagre caliente sobre los pepinos y los ajos en los frascos, asegurándote de que estén completamente cubiertos.
Tapa los frascos herméticamente y deja enfriar a temperatura ambiente.
Una vez que los frascos hayan alcanzado la temperatura ambiente, transfiérelos al refrigerador y déjalos fermentar durante al menos 48 horas antes de servir.
Sirve los pepinos encurtidos fermentados junto con la miel Barrica de Encino para un maridaje refrescante y ácido que complementa perfectamente la dulzura de la miel.
¡Disfruta de este encurtido de pepino fermentado junto con la miel Barrica de Encino!